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viernes, 19 de julio de 2013

La cara B de los sanfermines

   





  Y están por otra parte, como el enigma adosado al reverso de los penosos abusos que nos ocupaban ayer, como una cara oculta nada oculta, al contrario, una descarada cara a la plena luz del Sol, la radical novedad de docenas de fotos, como las que aquí ves, protagonizadas por otras tantas docenas de jóvenes mujeres en andas, en uso, parece, y puede que abuso de su libre albedrío, magreadas y de lo lindo sobeteadas en masa, imágenes que por sí solas hablan.
    
  Son cuadros del todo impresionantes, rebosantes de una viveza turbadora como quizás sólo la poseen los sueños que más intensos nos asaltan en medio de la noche, atiborrados de detalles hiperreales como una obra de el Bosco, como un abarrotado delirio onírico mucho más de Fellini que de Berlanga, solo que esplendorosamente reales.
   
   Son a la vez testimonios únicos del santo y seña del mundo que vivimos, de ese ruido y de esa furia carnavalescas desatados hasta el desquicie. Observa, lector, cada uno de esos rostros, pues cada uno porta su clave, su mensaje propio en medio del pandemónium semiorgiástico, en ese fresco verité de la Humanité que sin palabras nos deja: el éxtasis vivo de la señalada y palpada en las alturas, la risa sardónica de aquel, la sorpresa paralizada de aquella, la insólita calma de esta, la secreta admiración de las otras, el haz de manos toconas, la horda abusadora, los garañones salaces. Exasperación hiperbólica y pública del Deseo, del gozo, de la rijosidad, de la gañanía. Es por la Crisis del capitalismo genocida, ya.  

   
   ¿Qué decirles a esas muchachas piel de manzana tan de las mamas toqueteadas? ¿Y cómo osar decirles algo si precisamente sin palabras ellas nos dejan? No, para ellas no hay paraules, ni de amor ni de las otras, que puedan decirles algo. Subsiste, con todo, el desconcertante magnetismo de las imágenes, su soterrado misterio, su voluptuosa turbiedad, su tremenda temperatura, como si, bajo la fiesta, bajo la juerga, sobre el alcohol, a propósito de la sexualidad, se deslizara bien a las claras, es decir, se proclamara también, un secreto inconfesable y demasiado terrible incluso para en palabras formularlo, que tantas bonitas y edificantes palabras de paso echa por tierra. La Educación para la ciudadanía, ya.



LAS HISTORIAS DE UN BOBO CON ÍNFULAS
(Resumen de la obra en post del 27-1-2013 y 1-2-2013)
154 pgs, formato de 210x150 mm, cubiertas a color brillo, con solapas. Precio del libro: 15 Euros. Gastos de envío por correo certificado incluidos en España. Los interesados en adquirirlo escribidme por favor a josemp1961@yahoo.es
“No soy nada, no quiero ser nada, pero conmigo van todas las ilusiones del mundo” (Pessoa)

5 comentarios:

César dijo...

Juventud, alcohol, desinhibición. No hay educación para la ciudadanía que lo arregle. Pido tan sólo que no hagamos una estrella mediática de la chica, que apunta maneras.
Malditos progres!

César dijo...

Estaré en Agosto por Madrid, estoy por juntar a un par de amigos..

José Antonio del Pozo dijo...

cuenta conmigo, Sire

Anónimo dijo...

Yo sigo pensando que a la corrección política hay que atizarle con esas imágenes del misterio.

Jujope dijo...

En "La pasión Beatriz", de Bertrand Tavernier, pregunta Bernard-Pierre Donadieu, en una escena: "¿quién de dos mujeres es más puta, la que presta su cuerpo o la que se regodea mirando?".

Bonita dualidad para educación de la ciudadanía post-zarrapastrosa, o sea, más de la misma bazofia, pero inspirada por Gallardón. Que hay demasiados temas en sus textos sobre la diferencia entre madre soltera hippy "libertaria" con novia bollera y padre facha "libegal" con chaqueta, corbata y bigote de ánsar, diciéndole al alumno o alumna que, a las diez en casa y nada de botellonica toda la noche, como sueñan los progres abyectos constantemente. Además de con el chalet menorquín, of course.

Saludos